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La escritura de la historia prehispánica en Colombia

Reseña del libro de Sol Alejandra Calderón Patiño, La escritura de la historia prehispánica en Colombia. La obra de Ernesto Restrepo Tirado, 1862–1948 (Universidad del Rosario, 2023, 358 pp.)

Por: MAría Elena Bedoya Hidalgo

La escritura de la historia prehispánica en Colombia representa una contribución significativa al campo de la historiografía colombiana al proporcionar un análisis profundo y detallado de la obra de Ernesto Restrepo Tirado, centrándose específicamente en su enfoque de la historia prehispánica del país durante finales del siglo XIX y principios del XX. Calderón Patiño se sumerge en el contexto intelectual en el que Restrepo Tirado produjo su obra historiográfica, buscando comprender las influencias, debates y paradigmas que moldearon su visión y enfoque. Utilizando el concepto de “itinerario biográfico” la autora desglosa y reflexiona sobre el proceso de creación de las obras de este autor, explorando cómo su trayectoria personal y profesional influyó en su interpretación de la historia prehispánica colombiana y en sus métodos de investigación.

La obra se estructura de manera organizada y coherente, comenzando con una introducción que presenta la matriz teórica y metodológica de la investigación. A continuación, se desglosa en varios capítulos: el primero aborda el contexto intelectual y la historia antigua, situando la obra de Restrepo Tirado en su entorno histórico y académico. El segundo capítulo delimita las formas en que se entiende el “itinerario biográfico” del autor, ofreciendo una visión más íntima de su desarrollo intelectual y profesional. En el tercer capítulo Calderón Patiño se sumerge en un análisis discursivo de las formas de escritura de la historia prehispánica, desentrañando las estrategias narrativas y argumentativas empleadas por Restrepo Tirado. El último capítulo examina críticamente los conceptos de raza, civilización y barbarie en el contexto colombiano, especialmente en relación con los grupos indígenas, ofreciendo una reflexión profunda sobre las implicaciones políticas, sociales y culturales de estas categorías en la historiografía del país. Finalmente, nos brinda una serie de conclusiones que abren algunas preguntas posibles sobre la temática en cuestión. 

 En el primer capítulo la autora aborda los primeros trabajos históricos sobre Colombia en los que se comenzó a dar importancia al pasado prehispánico. Este análisis se propone entender cómo surgió la escritura de la historia antigua en Colombia y su relación con la formación de círculos intelectuales interconectados. Este fenómeno estuvo vinculado a las élites colombianas, que buscaban educar a sus hijos siguiendo modelos europeos para promover el desarrollo nacional acorde a las nociones aspiracionales civilizatorias de esos años. Estos intelectuales multifacéticos se interesaban por la literatura, la historia, la política y otras disciplinas, y participaban activamente en eventos académicos y científicos tanto en Colombia como en el extranjero. El viaje —entendido a la vez como acción y como forma de reflexión— se convirtió en un medio crucial para adquirir conocimientos y experiencias que no estaban disponibles en Colombia, incluyendo disciplinas como la química, la mineralogía y la medicina. Calderón Patiño destaca además el paralelismo entre el surgimiento de la escritura de la historia prehispánica y la práctica de la guaquería, que se vinculaba estrechamente con la minería y el coleccionismo de antigüedades. Estos cruces problemáticos muestran las maneras en que se iba tejiendo esta noción de americanismo, combinada con las necesidades científicas surgidas en el contexto más amplio del hispanoamericanismo.

En el segundo capítulo la autora explora los motivos que llevaron a figuras como Restrepo Tirado a adentrarse en la escritura de la historia prehispánica. Desde un enfoque socioeconómico, político y cultural, se destaca la importancia de comprender por qué ciertos intelectuales se dedicaron a este pasado; así, la autora se plantea la cuestión fundamental de quién es Restrepo Tirado y qué lo llevó a abordar este tema. Partiendo de los planteamientos teóricos de François Dosse, la autora analiza las maneras en que la recepción y circulación de ciertas obras permiten la ampliación del horizonte de reflexión y aportan a construir un itinerario del autor interconectando sus experiencias, las mismas que permiten esclarecer su escritura y motivaciones. En una exploración más detallada se mencionan seis aspectos clave en el abordaje de este autor: la familia; su formación en Francia; la participación en instituciones académicas colombianas y en eventos como las celebraciones del IV Centenario del Descubrimiento de América; su contribución en la recuperación de archivos; su labor en el Museo Nacional de Colombia, donde desempeñó el cargo de director; y finalmente su labor en la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, donde logró proyectar a Colombia y promover su trabajo en el ámbito internacional. En última instancia se concluye que su formación académica, sus redes sociales y políticas, y su participación en instituciones clave le permitieron a Restrepo Tirado desarrollar una concepción científica de la historia y promover el conocimiento arqueológico en Colombia, al tiempo que se movía entre un hispanismo arraigado en Europa y un americanismo que valoraba y legitimaba la civilización prehispánica.

El capítulo tercero se centra en la forma de trabajar del autor. En esta sección Calderón Patiño busca abordar los problemas históricos y su proceso de elaboración en las obras de Restrepo Tirado, lo que implica comprender la historia y su quehacer en su contexto, así como los modelos historiográficos predominantes. Para Restrepo Tirado es fundamental reconocer el horizonte y las tradiciones desde las cuales se escribe para entender la relación entre pasado y presente, así como la construcción de representaciones históricas. La autora analiza también cómo este autor establece su metodología y relación con las fuentes históricas, reconociendo la mediación técnica en su trabajo y cómo transforma las colecciones en objetos abstractos. Además, se señala también su posición ecléctica y el desarrollo de un método que incorpora múltiples disciplinas para abordar la historia prehispánica, lo que evidencia la evolución de la historiografía y la delimitación de los campos histórico, arqueológico y antropológico en este periodo.

Finalmente, en el cuarto capítulo la autora analiza la representación de los grupos prehispánicos colombianos en la obra de Restrepo Tirado, destacando su contribución a la formación de la identidad nacional y el uso del discurso histórico en este proceso. Calderón Patiño examina cómo estas representaciones se relacionan con su contexto de enunciación y cómo la historia prehispánica se entrelaza con la narrativa nacional colombiana. Restrepo Tirado establece criterios para evaluar el “grado de civilización” de las culturas precolombinas, enfatizando la distinción entre grupos “civilizados” y “bárbaros”, una jerarquía racial que refleja las ideas de superioridad civilizatoria de las élites colombianas del siglo XIX, influenciadas por teorías racistas de la época. El papel de las misiones en la evangelización y “civilización” de los indígenas, así como su explotación económica como mano de obra, también se destacan en el análisis. En resumen, el capítulo revela cómo Restrepo y otros intelectuales del siglo XIX construyeron representaciones que justificaban sus privilegios a través de la construcción de estas representaciones sobre el pasado americano y los pueblos indígenas.

Ernesto Restrepo Tirado emerge así como una figura de vital importancia, incitándonos a una lectura crítica que arroja luz sobre la construcción de representaciones del pasado arraigadas en nuestro presente. Su influencia discursiva trasciende las páginas de la historia para impregnar la vida cultural e institucional de Colombia. Su obra, meticulosamente elaborada, no solo aspiraba a situar a Colombia en el escenario internacional como una “nación civilizada”, sino que también fusionaba historia, etnografía, arqueología y geografía en un método investigativo singular. Este enfoque polifacético no solo abordaba diversas inquietudes, sino que también delineaba unas formas “apropiadas” de narrar una historia, al tiempo que contribuía a la conceptualización de lo público y de la historia misma.

El trabajo de Calderón Patiño adquiere una relevancia ineludible al suscitar cuestionamientos profundos sobre la naturaleza de las historias nacionales y cómo estas moldean las representaciones del pasado, actuando como herramientas cronopolíticas que perpetúan narrativas de verdad marcadas por privilegios blancos, no solo de clase sino también de una masculinidad normativa. Nos enfrentamos, por tanto, a un desafío monumental: desentrañar y desmontar estos discursos arraigados, cuyas prácticas operan de manera sutil en nuestro presente. Esta investigación representa un primer paso hacia un giro biográfico crítico, ofreciéndonos la oportunidad de iniciar un proceso de reflexión profunda y transformación de estas narrativas nacionalistas únicas, hacia una narrativa múltiple que fortalezca nuestros procesos democráticos. La historia necesita retomar siempre ese camino de acompañamiento.