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The Image of the Black in Latin American and Caribbean Art

Reseña del libro: The Image of the Black in Latin American and Caribbean Art, Book 1: From Colony to Nation. editado por David Bindman, Alejandro de la Fuente y Henry Louis Gates, Jr. Harvard University Press, 2024. 388 pp.

Por: María Clara Bernal

The Image of the Black in Latin American and Caribbean Art, Book 1: From Colony to Nationes el primero de dos volúmenes que abordan el tema de la representación en las artes de las personas africanas o afrodescendientes en Latinoamérica y el Caribe. Este tomo se ocupa de estudiar la temporalidad comprendida entre la primera llegada de los españoles al Caribe, cuando según los autores el barco de Colón ya traía algunos tripulantes de origen africano, pasando por el auge de la esclavitud en el siglo XVIII y el surgimiento de las naciones independientes, empezando con Haití en el siglo XIX. El segundo tomo, que no es objeto de esta reseña, se titula The Image of the Black in Latin American and Caribbean Art, Book 2: The Modern World, y se enfoca en el siglo XX.

Los dos volúmenes que conforman esta serie son la continuación de la iniciativa de los coleccionistas y patrones de las artes Dominique y Jean de Menil. Los De Menil, franco-americanos residentes en Estados Unidos a raíz de la Segunda Guerra Mundial, adquirieron prominencia en la conservadora sociedad texana al facilitar la relación de un público amplio con el arte no occidental y el arte moderno a través de iniciativas como el museo The Menil Collection (que exhibe parte de su colección), la Capilla Rothko y el Obelisco roto de Barnett Newman en Houston. Los De Menil estaban también interesados en las luchas por los derechos civiles y en 1960 empezaron un archivo en el que se coleccionaban imágenes que daban cuenta de la variedad de formas en las que las personas afrodescendientes han sido representadas en el arte occidental. Fue esta combinación entre justicia social y el interés en las artes lo que impulsó varias de sus iniciativas, entre otras su apoyo al Hutchins Center, consagrado a la investigación sobre África y Afroamérica y soporte institucional de este libro. Estos datos son importantes porque permean el tono del libro. En el prefacio se hace evidente la dificultad de la empresa; los autores citan una intervención de Dominique de Menil en la que explicaba, en la década de 1980, que su intención original consistía en demostrar que la relación entre África y Europa no siempre estuvo dominada por la esclavitud. Los autores reconocen lo problemático de la afirmación y parten de ahí para construir una nueva perspectiva. El tomo incluye una introducción que muestra el contexto en que se produjeron las obras estudiadas, trece ensayos académicos, mapas, grabados, pinturas y acuarelas de las expediciones etnográficas y pinturas de castas, entre otras reproducciones de obras que suman doscientas láminas a color.

Se trata de una publicación que se propone actualizar la forma en que se ha estudiado la representación visual de las personas originarias de África y las comunidades afrodescendientes en el arte producido en Estados Unidos y Europa. Los editores David Bindman (profesor emérito de historia del arte del University College London), Alejandro de la Fuente (profesor de historia y economía latinoamericana de la Universidad de Harvard) y Henry Louis Gates, Jr. (director del Hutchins Center for African and African American Research en Harvard) compilaron textos que describen y analizan no solamente el arte que representa las formas de vida de los cerca de once millones de africanos traficados desde su continente hasta el continente americano y sus descendientes en Latinoamérica y el Caribe, sino que también cuestionan los estereotipos que se perpetuaron a través de la imagen y la forma como fueron reforzados por la historia del arte. 

La primera parte, “Latin America, the Caribbean, and Africa”, comprende los capítulos “The Idea of (Afro) Latin America” de Alejandro de la Fuente, “Ideas of the Caribbean: Tree and Roots” de David Bindman y “The Face of Kongo in Latin America and the Caribbean” de Cécile Fromont. En su conjunto, los ensayos explican cómo la variedad cultural presente en los diversos pueblos que fueron traídos a la fuerza fue borrada con un acto de violencia epistémica por parte de los europeos que los reducía a todos a un solo aspecto: el color de la piel. También hacen evidente la resistencia a perder la memoria y las prácticas culturales por parte de las poblaciones esclavizadas.

La segunda parte, “Colonial Rule, Slavery, and Abolition”, incluye los ensayos “Labor Force and Daily Life: Free and Enslaved Afrodescendants in Latin America, 17th to 19th Centuries” de María de Lourdes Ghidoli, “Burnt by Venus: Images of and by Africans and their Descendants in Spanish Colonial America” y “Castas and Racial Mixture in Latin America” de Thomas Cummins, “Blackness in the Age of Slavery: The Art of the French Caribbean Islands (1635–1848)” de Anne Lafont, “The British Caribbean: From the 17th Century to the Abolition of Slavery” de David Bindman, “Limit-Cases of the Picturesque: Landscape and Labor in the British Caribbean” de Tim Barringer, “The Art of the Dutch Caribbean” de Richard Price y Sally Price, “Entangled Lives: Justina Antoine and Afro-Caribbean Nannies in the Danish Imaginary” de Temi Odomusu, “Loss-Lamenting Slaves: Camille Pissarro in the Danish Caribbean and Venezuela” y “Tourists: Paul Gauguin and Winslow Homer in the Caribbean” de David Bindman. 

Desde esta variedad de perspectivas sobre casos de estudio específicos, el libro desarrolla temas en torno a la representación de los actos de enfrentamiento, negociación, creolización y mestizaje entre las “comunidades negras”, los habitantes originarios del continente americano y los europeos. Cuestiona también el escaso rol que se le ha otorgado a los afroamericanos en la consolidación de las naciones latinoamericanas y del Caribe a pesar de que fueron estas mismas comunidades las que dieron origen al grito de libertad en Haití a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Aunque siempre queda mucho por decir con respecto a un tema tan complejo como el de la representación de las negritudes en América y el Caribe —sobre todo porque no incluye la investigación de ningún académico que trabaje desde el territorio mismo del estudio— el libro es valioso por varias razones, empezando por el cuidado que se ha puesto en la inclusión de Brasil y el Caribe, que a pesar de ser focos del problema que se aborda han sido ignorados en otros estudios de la misma naturaleza. El compilado incluye perspectivas de investigadores de diferentes generaciones y ofrece un panorama de la evolución del estudio de la imagen que se ha generado desde Occidente de las personas de origen africano. Para tal efecto se usan marcos conceptuales que provienen de una historiografía clásica pero también de los estudios de género y los estudios poscoloniales, lo cual acerca el tema a la contemporaneidad. El libro se destaca también por reconocer la importancia de las comunidades afrodescendientes en todo el continente, incluso en lugares como México en donde han sido invisibilizadas, y formular preguntas sobre la incidencia de estos movimientos poblacionales forzados tempranos en la manera como asumimos la migración hoy.